5% OFF

en 12 meses sin intereses de

Envío a todo el país

Conoce los tiempos y las formas de envío.

Color:Plateado

¡Última disponible!

5% OFF

Características principales

Marca
La luz de la tierra
Línea
Pulido
Modelo
La luz de la tierra
Diseño
Pulido
Material
Alpaca
Acabado
Pulido
Tipo de piedra
No
Diámetro
3.5 cm
Largo x Altura
4 cm x 4 cm

Otras características

  • Estilos: Moderno

  • Con piedra: Sí

  • Incluye caja: No

Descripción

Material del dije: Aleación de plata con metal.

Incluye caucho con broche de 43 cm de largo
El Dorje o Cetro de Diamante, es un implemento tibetano de gran belleza y utilidad.
El dorje es una representación espiritual, que funciona como un componente meditativo, un transformador de energía, representa la fuerza irresistible del rayo y las cualidades indestructibles del diamante.
El dorje tiene raíces en el rayo de Indra, este Dios creó el Dorje o Vajra, con la intención y beneficios de ser indestructible, protegiendo a su portador totalmente de cualquier problema.
En el budismo, el vajra simboliza la gran sabiduría y la verdadera naturaleza de Buda. Ayuda a romper todo tipo de problemas, a destruir todo tipo de obstáculos.

El antiguo Rigveda identifica a Indra vajra como un dorje metálico, arma de protección primordial.

Según la leyenda, Buda tomó el arma vajra de Indra y obligó a juntar sus extremos, absorbiendo y sellando dentro del poder irrompible e indestructible del rayo.
El verdadero significado del vajra o dorje es mucho más amplio que ser simplemente un rayo. El dorje representa el poder espiritual más alto, lo que es irresistible, invencible, indestructible e inagotable, libre de emociones conflictivas.

Simboola piedra filosofal, el secreto de la alquimia el cuál no es un objeto físico, sino más bien una conciencia del poder transformador de la conciencia despierta. El futuro es transmutado del pasado por nuestras acciones actuales en el siempre presente Ahora en nuestro camino de evolución espiritual.

Los dos lados del dorje pueden verse no solo en las polaridades de masculino y femenino, noche y día, calor y frío, etc., sino también como la más dinámica de nuestras polaridades experienciales: Materia y Espíritu. Y la materia y el espíritu se reconcilian en el rayo de la conciencia, donde nos convertimos en la singularidad indiferenciada de la iluminación y percibimos todo como Uno, sin dualidad.